Comunicadores, periodistas y narradores trabajando en territorios indígenas de América Latina han conmemorado los últimos dos Días Mundiales de la Libertad de Prensa redactando manifiestos que llaman la atención sobre las realidades que afectan su derecho a la libre expresión.
Trabajan en medio de un conflicto armado y cubren luchas por la tierra, violaciones de derechos humanos, tráfico de drogas, pobreza, corrupción, deforestación y otros problemas que a menudo afectan a estas áreas.
“La vida de las y los comunicadores está en riesgo porque vivimos y narramos desde y con los territorios, por ello no somos ajenos a sus realidades y consecuencias”, señala el primer manifiesto, publicado el 3 de mayo de 2022 por la Red Tejiendo Historias, una comunidad de periodismo intercultural liderada por el medio colombiano Agenda Propia.
Ahora, el grupo de comunicadores y periodistas indígenas y no indígenas detrás de estos mensajes está tomando medidas al crear un protocolo de seguridad para ayudarse a sí mismos y a sus colegas.
“Se esperan mejores condiciones de armonía para hacer más periodismo respetando las narrativas de los territorios, más acceso a información, más reconocimiento de la labor de los narradores locales, sean indígenas o no”, dijo Edilma Prada, periodista y fundadora de Agenda Propia, a LatAm Journalism Review (LJR).
Demandas de seguridad y protección
La Red Tejiendo Historias es una comunidad de periodismo intercultural colaborativo conformada por alrededor de 400 comunicadores y periodistas de 17 países latinoamericanos.
La Red fue lanzada en Colombia en 2019 y se enfoca en promover narrativas sobre pueblos indígenas de América Latina y hacer visibles sus realidades desde el método de periodismo cooperativo intercultural y la co-creación de historias, según Prada.
Algunos de sus objetivos son facilitar canales de comunicación, realizar capacitaciones periodísticas y fomentar espacios editoriales con comunidades y personas líderes de los pueblos indígenas.
Los manifiestos “#LaPalabraEnRiesgo: Voces del territorio por la vida”, escrito en mayo de 2022, y “#LaPalabraEnRiesgo: Comunicamos para sanar la memoria”, escrito en mayo de 2023, son declaraciones creadas por miembros de la red. Estos explican los desafíos enfrentados por periodistas en América Latina al contar historias en comunidades indígenas.
“Desde los dos manifiestos hemos entendido que faltan condiciones de seguridad y de protección física para los periodistas que cubrimos historias desde los territorios indígenas”, dijo Prada.
Para Cindy Amalec Laulate Castillo, comunicadora indígena del pueblo Tikuna-Magüta en Colombia y miembro de la red, la falta de libertad de expresión y de garantías de seguridad son dos de los puntos más importantes del manifiesto.
Prada señala que también hay retos para los periodistas no indígenas al entrar a territorios indígenas, debido a los conflictos armados y violencias estructurales que limitan el acceso seguro a los territorios.
Diana Jembuel, comunicadora del pueblo indigena Misak y miembro de la red, asegura que los manifiestos surgen a raíz de la necesidad de hacer visible los distintos casos de violencia e inseguridad en los territorios.
“Ya no aguantan más [los periodistas] el silencio de tantos sucesos que están viviendo. Entonces se analizó qué realmente dar a conocer”, dijo Jembuel a LJR. “Todos los proyectos que hacemos apuntan a las realidades y necesidades que tenemos como comunicadores, por eso es que surge ese proceso de dar a conocer el manifiesto”.
Adicionalmente, Jembuel considera que los manifiestos escritos por la red sirven más que nada como contexto y soporte para la creación de un protocolo que realmente responda a cada una de las necesidades de los comunicadores en territorios indígenas.
Para Prada, el propósito de los manifiestos es elevar y hacer visible las voces y realidades de los narradores indígenas de América Latina. Adicionalmente, se espera que periodistas y medios de comunicación de la región acojan y se identifiquen con las realidades expuestas en ellos para así contribuir al crecimiento de las voces indígenas.
Los manifiestos también intentan ser un llamado de atención a los gobiernos locales.
“Es un mensaje no solamente para nosotros periodistas, sino también para los gobiernos, que no están haciendo nada por la seguridad”, dijo Prada.
Protegiendo la libertad de expresión
Una de las características distintivas de los manifiestos, que son la base del protocolo de seguridad, es que consideran no solo la seguridad de los comunicadores y periodistas, sino también la seguridad de las comunidades y del territorio sobre el cual informan.
Prada asegura que en el protocolo se contemplará el territorio y los lugares sagrados, además de la seguridad de las fuentes vivas: líderes indígenas, abuelas, sabios, y parteras en los territorios ya que son la mayoría de las fuentes de sus historias.
Prada asegura que la iniciativa será la primera en su tipo, ya que no existe un protocolo de seguridad para periodistas interculturales que cubren historias indígenas.
“Nosotros hicimos revisiones de protocolos de varias organizaciones de defensoría, libertad de prensa, y ninguno responde a esta condición intercultural”, dijo la periodista.
A pesar de que el proceso de crear un protocolo de seguridad apenas está comenzando, Prada confirmó que ya se han formado espacios de discusión con miembros de la red en torno a este tema. También comentó que se han gestionado consultorías profesionales con la Academia Deutsche Welle, expertos en medios de comunicación y promotores de libertad de expresión.
Para Laulate, la creación del protocolo es un paso más a la reivindicación de los derechos de los comunicadores indígenas y del derecho a la libertad de expresión.
“Es necesario visibilizar lo que realmente tiene la comunidad, la organización, el territorio, el núcleo como tal, para poder decir: estamos aquí nosotros también como comunicadores indígenas y no indígenas, reivindicando los derechos de los pueblos indígenas”, dijo Laulate.
Este artículo fue publicado originalmente en LatAm Journalism Review y se reproduce en IJNet con permiso.
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