Cuando hablamos de periodismo e inteligencia artificial (IA), a menudo asumimos que simplemente supone la incorporación de un determinado tipo de tecnología para solucionar un problema editorial y seguir haciendo periodismo como de costumbre. Pero, ¿qué nos hace estar tan seguros de que la forma en que contamos las historias funciona en primer lugar?
La manera en que definimos un problema tiene mucho que ver con la solución que encontramos. Si bien la mayoría de los medios buscan usar la tecnología para aumentar su audiencia y conseguir su atención, pocos se preguntan si el tipo de periodismo para el que están usando dicha tecnología es realmente útil para sus lectores.
Esa es exactamente la pregunta que Pierpaolo Bozzano, director del Content Innovation Lab de la editorial italiana Il Sole 24 Ore, quería explorar. Así que él y su equipo se unieron a Collab Challenges, una serie de experimentos organizados por JournalismAI un proyecto de Poli de la London School of Economics and Political Science (LSE), apoyado por Google News Initiative.
Bozzano comenzó explicando una incómoda verdad sobre el periodismo actual: los artículos largos no llegan a la mayoría de las audiencias. La gente simplemente escanea el título y los primeros párrafos, y el resto de la pieza queda en el sitio web, sin ser leída.
Con su equipo, observaron partes específicas de un artículo para ver si resonaba en el lector. Usaron IA para etiquetar esas partes y notaron que algunas que eran realmente útiles y otras, en cambio, disfuncionales. Eso significa que algunas de las oraciones, citas y párrafos que usamos habitualmente en el periodismo no solo no tienen sentido, sino que expulsan al lector.
Esto puede ser difícil de digerir. Bozzano cuenta que hubo cierta resistencia por parte de sus colegas, quienes sintieron que les estaban quitando la libertad de construir una historia de la manera que querían. Pero si te tomas en serio escribir para tus lectores y no para ti mismo (o para impresionar a otros periodistas), es posible que desees explorar una nueva forma de hacer periodismo.
Concebir una historia no como un monolito sino como una colección de fragmentos que son útiles o inútiles para el lector es lo que se llama «periodismo modular». Un módulo es un fragmento de texto que, por ejemplo, responde a una pregunta específica como «por qué es importante esta historia» o «cuál es el impacto en mi comunidad». Para definir los módulos, y enseñar a la tecnología a reconocerlos, el equipo trabajó con lingüistas y también tuvo en cuenta las necesidades de los usuarios.
Una vez que identifiques los módulos, puede elegirlos y mezclarlos según para quién es la historia. Este es uno de los puntos más importantes del periodismo modular: debemos dejar de pensar en nuestro trabajo como algo único. La misma historia se puede entender mejor si se presenta de una manera diferente. Por ejemplo, si un usuario desea un resumen breve y con viñetas y le presentamos un texto de 2.000 palabras, no lo estamos atendiendo correctamente. Lo mismo ocurre con el ángulo de la historia: algunos lectores pueden ser más receptivos a una opinión, mientras que para otros, ver una opinión incluida en una historia que se supone que solo debe informar hará que dejen de leer.
Bozzano da un ejemplo de noticias financieras, que son menos leídas por mujeres y por jóvenes. El enfoque del periodismo modular reveló que el problema no era el tema sino la forma en que se contaban estas historias.
«Nos dimos cuenta de que debemos dejar de hacer mansplaining en nuestros artículos», dice. Los autores ayudan a determinar cómo se ensamblan los módulos, pero la tecnología también trabaja para unirlos para que se adapten al usuario. Si deseas mantener la atención de las lectoras, omite las partes que puedan parecer alienantes o condescendientes y utiliza aquellas que aporten un valor genuino.
A los periodistas a menudo se les enseña a escribir en una estructura y un orden específicos para que la sucesión de la información tenga sentido. Sorprendentemente, la historia sigue teniendo sentido cuando modificas los módulos porque son ideas independientes que tienen sentido por derecho propio. Mira este artículo de Shirish Kulkarni que tiene cinco versiones, según el público objetivo.
El proyecto de periodismo modular es una ruptura con la forma en que los periodistas se dirigen a sus lectores. Es una oportunidad para que demos un paso atrás y dejemos de considerarnos una élite que sabe mejor que la gente lo que la gente necesita.
«Es aleccionador e interesante interesarse por el usuario», dice Bozzano. «La confianza y el engagement son bajos, tenemos que hacer algo al respecto».
En su opinión, la IA es el futuro del periodismo, ya que puede ayudar a las salas de redacción a crear algoritmos para servir mejor a sus audiencias. Por otro lado, también puede brindarles a las personas nuevas herramientas para controlar la forma en que desean consumir información. Publicaciones como la BBC o The Guardian ya están explorando nuevas formas de producir contenido en la forma de partes que se pueden unir, en lugar de introducir todo en un CMS que produce un artículo monolítico. El premio es la atención del usuario, y esa es la moneda más alta en la era digital.
Este artículo fue publicado originalmente en Journalism.co.uk y se reproduce en IJNet con permiso.
Foto de Michael Dziedzic en Unsplash.
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