Retenemos información porque, o bien se destaca de otras, o bien se relaciona con nuestra base preexistente de conocimientos, o bien es algo que rescatamos, contamos o utilizamos repetidamente a lo largo del tiempo.
«Por ejemplo, a alguien que intenta aprender física nuclear por primera vez, probablemente le resulte muy difícil retener información al respecto. Eso se debe a que no tiene conocimientos existentes en su cerebro con los que conectar esa nueva información», afirma Sean Kang, profesor adjunto del Departamento de Educación del Dartmouth College e investigador de la psicología cognitiva del aprendizaje y la memoria.
Entender lo que ayuda a la gente a retener la información es vital para que los capacitadores logren que sus alumnos apliquen al mundo real los consejos y herramientas que aprenden durante los talleres.
Como docente de medios de comunicación, he aprendido que la única manera de impartir una formación relevante es asegurándome de estar preparado antes, durante y después.
A continuación, algunas recomendaciones.
Preparación
Esboza los objetivos y resultados de la formación: imagina a un agricultor que se olvida de sus aperos de labranza: es lo mismo que un formador que renuncia a los objetivos planificados y a los resultados esperados. Ni el agricultor ni el formador podrán hacer su trabajo si no están preparados. Planificar los objetivos y los resultados esperados te permitirá utilizarlos como herramientas de orientación a lo largo de la formación.
Contenido: una vez establecidos los objetivos y el marco de trabajo, el siguiente paso es reunir cuidadosamente el contenido. Recuerda siempre citar las fuentes y asegúrate de utilizar contenido de autores u organizaciones con conocimientos comprobados en la materia.
Logística: cuando planifiques la formación, incluye la logística: dónde tendrá lugar la capacitación, qué materiales se utilizarán y quiénes serán los facilitadores. También deben gestionarse la comida y cuestiones de seguridad con antelación, de ser necesarias. No organizar estas tareas antes del evento puede hacer fracasar incluso una formación bien planificada.
Formularios de pre- y post-evaluación: para facilitar el proceso de seguimiento y evaluación después de la formación, utiliza el contenido de tu taller para redactar formularios de evaluación previa y posterior. Estos indicarán si tu contenido es valioso para los participantes, qué tan bien se impartió la formación y cuánto se aprendió.
Movilization: aunque planifiques minuciosamente tu evento, a veces la gente no se presentará a tu formación. Asegúrate de movilizar a tu público con antelación, por ejemplo enviando recordatorios frecuentes a través de la web, las redes sociales o el correo electrónico.
Seguridad: el organizador del evento debe ocuparse de las medidas de seguridad. Si aloja a sus alumnos en un hotel, por ejemplo, debe hacer una evaluación de seguridad previa y poner en marcha un plan a seguir si surgen problemas. Hay países con restricciones a la libertad de reunión en los que debe solicitarse un permiso para desarrollar un taller. Asegúrate de conseguirlo, si es el caso.
Capacitación online: si tu formación es virtual, debes conocer adecuadamente las herramientas de comunicación. Google Meet, Microsoft Teams, Skype, Zoom y otras aplicaciones de videollamada pueden causar problemas si no se sabe manejar algunas de sus funciones. Envía el enlace de la reunión a tus participantes y diles que descarguen o actualicen la aplicación y que accedan a Internet de calidad antes de la sesión.
Enfoques
La información se recuerda mucho mejor si se procesa con sentido durante el aprendizaje. Se considera que un nuevo concepto tiene sentido una vez que la información se integra con los conocimientos existentes de forma que apoye una acción o una decisión.
Por el contrario, las largas presentaciones de PowerPoint pueden hacer que muchos alumnos sean incapaces de recordar o poner en práctica lo que han aprendido durante la formación.
A continuación, algunas actividades que pueden ayudar a los participantes a comprometerse más con la información que están aprendiendo:
Brainstorming o «lluvia de ideas»: al aplicar el brainstorming a tus sesiones, estás haciendo que los participantes se apropien de la formación, un enfoque sencillo que ayuda a que un individuo capte mejor la información. También es importante que estas sesiones sean inclusivas, para que todos los géneros e identidades participen por igual y libremente.
Trabajo grupal: los grupos te ayudarán a comprender si lo que estás impartiendo se entiende y si los alumnos son capaces de apropiarse de las lecciones que aprenden. Esto te ayudará a reunir el contenido necesario para que sea beneficioso tanto para ti como para los participantes.
Dilemas y escenarios: los dilemas son ejercicios en los que los alumnos se enfrentan a una situación en la que tienen que tomar una decisión difícil entre dos o más escenarios alternativos, basándose en el contenido que han aprendido durante la formación. Este enfoque es fundamental para hacer que los alumnos piensen, debatan y recuerden. La incorporación de estos ejercicios durante mis propias formaciones ha dado lugar a debates respetuosos, que han hecho que muchos alumnos estén deseosos de participar y que los conocimientos se incorporen fácilmente.
Quizzes: esta actividad es buena para incorporarla después de presentaciones cortas de PowerPoint; te ayudan a saber si los alumnos han entendido lo que has presentado y quiénes son los que aprenden rápido.
Multimedia: las sesiones que incluyen material visual, películas, infografías y otros recursos pueden ayudar a generar debates productivos.
Pitches/entregas: hacia el final de la formación considera la posibilidad de encargar propuestas o trabajos a los alumnos. Esto te dará la oportunidad de hacer un seguimiento y ver si el contenido que has impartido ha sido comprendido y se está poniendo en práctica.