Los periodistas y los desafíos de la Inteligencia Artificial

Publicado por Bausate
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La Inteligencia Artifical (IA) lejos de ser una amenaza para los periodistas, se convierte en una herramienta con muchos beneficios, pero se debe de aplicar el factor humano, que es la ética.

John Ospina, periodista y creador de contenidos multiplataforma, desarrolló el tema en el seminario web “Inteligencia Artificial en el audiovisual periodístico: desafíos y oportunidades” como parte de Foro Pamela Howard de Crisis Mundiales, de ICFJ- IJNet.

El periodista con experiencia en el campo audiovisual, destacó que «más que amenazas, el uso de la inteligencia artificial ha generado beneficios ahorrando tiempo en el trabajo periodístico, pero advierte del compromiso que los periodistas deben asumir ante las audiencias. No es malo usarlo, lo malo es usarlo sin un contexto ético».

Lucero Hernández, periodista y maestra en Comunicación y Medios Digitales y colaboradora de la Red Internacional de Periodistas; aborda la exposición de John Ospina, en su artículo para esa red, en la cual escribe que producir contenidos usando herramientas de IA generativa, sin indicar a la audiencia que el contenido no es 100% creado por una persona, sería engañar y poner en riesgo la reputación del periodista y la credibilidad del medio de comunicación.

Agrega también que, incluir investigación o redacción desde un algoritmo de IA generativa obliga a los periodistas y a las empresas informativas a integrar un apartado dirigido a los lectores donde se señale que parte del texto o contenido a consumir se generó a través de herramientas de IA. Entre los desafíos se encuentra también la confianza de periodistas hacia la IA, esto involucra los derechos a la propiedad intelectual. Hay herramientas que permiten generar rostros humanos con tonos de voz que parecen reales, rasgos constitutivos de la personalidad humana que están protegidos por las leyes de privacidad. Hay que evitar un mal manejo de la IA y trabajar de manera ordenada con los contenidos generados, para ello, es necesario que los periodistas estén conscientes de los riesgos que pueden asumir con el uso inadecuado de esta inteligencia.

«Hablar de reemplazos en el ámbito periodístico es erróneo», comentó Opsina. La IA se basa en aprendizajes que son alimentados por algoritmos con información previamente cargada por personas, además que requieren de programación para realizar interpretaciones.

La calidad o nivel de precisión de los resultados que genere la IA depende de la cantidad de información con la que se alimente el algoritmo, la cual es administrada por sus creadores, quienes definen los parámetros de operación y son los que determinan los tipos de respuesta en virtud del nivel de coincidencia a partir de que un usuario ingresa una consulta. Esto es costoso y requiere de aprendizaje por computadora. Imposible prescindir del trabajo humano cuando la demanda que requiere el algoritmo de una IA generativa es alta.

Es momento que los periodistas cambien de actitud frente a la integración de la IA generativa en las redacciones, dijo Ospina. ¿Cómo? Pensando en la productividad dentro del ejercicio periodístico; no solo sirve como fuente de generación de información, se puede utilizar como un mecanismo de respaldo o de consulta.

Resaltó el caso del primer robot-periodista de Brasil creado por científicos de datos para reportar sobre malversación de fondos o gastos indebidos en proyectos de ley de la Cámara de Diputados en aquel país. Su uso les permitió identificar más de 9 mil reembolsos sospechosos.

De igual manera, señaló la historia de Lucía Funes, un algoritmo creado en Argentina para escribir un capítulo de un libro. Los algoritmos, subrayó, pueden aprender sobre formas de escritura, composiciones gramaticales y hasta errores semánticos o sintácticos de las personas y reproducir escrituras con una fidelidad al 100%, incluyendo los errores que suele tener el escritor.

  1. Bard.  Un bot conversacional desarrollado por Google basado en un modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo. Funciona de manera similar a ChatGPT de OpenAI.
  2. Murf. Es un generador de voz de IA que transforma texto a voz para podcasts, videos y presentaciones profesionales.
  3. Beatoven. Utiliza técnicas avanzadas de generación de música de IA para componer música basada en el estado de ánimo, en diferentes géneros y duración definida.
  4. Pinpoint. Consulta y analiza grandes colecciones de documentos, también realiza transcripciones en diferentes idiomas de video o audio a texto.

Aplicando estas herramientas, Ospina creó durante el seminario web un cuento. Primero pidió a ChatGTP escribir un cuento, luego generó un prompt en Murf para que leyera el cuento, posteriormente usó Beatoven para producir un audio y finalmente, con el software DaVinci Resolve, unió los elementos y armó el cuento.


Imagen de Pixabay en Pexels.
Fuente: IJNET.ORG
Redactado por: Lucero Hernández, periodista independiente y maestra en Comunicación y Medios Digitales con especialidad en Producción Multimedia; docente universitaria en Periodismo de Precisión y Periodismo Digital, y tallerista en herramientas digitales. Sigue a Lucero Hernández en Twitter
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