El periodismo de datos transforma las anécdotas en verdades sistémicas. Brinda evidencia sólida para evaluar políticas y para evaluar a los responsables de la formulación de esas políticas, y es parte indispensable del periodismo de alto impacto.
Pero numerosos medios se están perdiendo uno de los usos más significativos del reporteo con datos: respaldar al periodismo de soluciones, que se basa en pruebas rigurosas para identificar políticas y prácticas beneficiosas.
El periodismo tiene una larga y orgullosa tradición de exponer problemas estructurales, desde la injusticia racial hasta la corrupción gubernamental y los fracasos económicos, educativos, sanitarios. El periodismo de soluciones lleva esa tradición un paso más allá, buscando respuestas que funcionen y destacando los lugares que, de manera verificable, están haciendo las cosas bien.
El periodismo de soluciones no es especulativo ni aspiracional ni ingenuo. Se basa en un análisis claro de respuestas a los problemas sociales, basado en un reporteo exigente e independiente que prueba las afirmaciones y reconoce las limitaciones.
Cuando los medios se preguntan y responden a la pregunta: «¿Quién lo está haciendo mejor?» ayudan a su audiencia a ver y explorar posibles oportunidades de cambio. Ofrecen esperanza: una alternativa bienvenida en un mundo en que las noticias suelen dejar a las comunidades con un sentimiento de impotencia. Y generan la confianza y el engagement de la audiencia, lo que se ha vuelto esencial en la supervivencia de los medios.
Cuando los problemas son bien conocidos en una comunidad, no tiene mucho valor publicar otra cobertura similar y deprimente, en particular una construida sobre estereotipos y marcos deficientes.
Pero trabajar ese mismo tema a través de la lente del periodismo de soluciones, con un enfoque basado en las respuestas como elemento fundamental, eleva el esfuerzo, sirve a la comunidad y produce el tipo de periodismo significativo que los lectores y espectadores anhelan.
No sustituye la rigurosa exploración de los males de la sociedad. Más bien, es un socio esencial que cumple una misión periodística vital al revelar oportunidades de reforma y mejora.
Y combina perfectamente con el periodismo de datos:
En el léxico de la Red de Periodismo de Soluciones, esos posibles casos optimistas son «desviaciones positivas»; respuestas que parecen generar mejores resultados en una comunidad en comparación con otras comunidades que tienen desafíos similares.
Y en la búsqueda de esas desviaciones positivas, los datos se convierten en un poderoso compañero:
Descubrir esas desviaciones positivas es solo el primer paso en un proceso periodístico que identifica las políticas que impulsan esos resultados, examina cómo se implementaron, considera la evidencia que conecta las políticas con los resultados, explora las limitaciones y evalúa si son replicables en otros lugares.
Se trata de un enfoque significativo del periodismo que puede ser adoptado por cualquier medio de comunicación, de cualquier tamaño, comenzando de inmediato.
Piensa en el ejemplo de Nebraska y la covid. A medida que el virus se propagaba, aparecieron titulares en todo el país que revelaban que los gobiernos estatales no estaban haciendo un seguimiento adecuado de la información racial de los infectados, lo que dificultaba abordar la pandemia.
Una base de datos creada por la Red de Periodismo de Soluciones puso cifras concretas detrás del problema, mostrando que en muchas ciudades, condados y estados faltaban datos raciales en un gran porcentaje de casos y, en algunos lugares como Baltimore, en la mayoría de los casos. Pero los datos también apuntaban a un lugar que parecía estar haciéndolo mejor: el condado de Douglas, Nebraska.
Con los datos ofreciendo pistas, un periodista de The Reader en Omaha escribió la historia, profundizando en los números y entrevistando a funcionarios sobre políticas específicas que el condado había implementado, incluida la triplicación del número de miembros del personal encargados de reunir información demográfica.
Mientras que otras jurisdicciones se encogieron de hombros e insistieron en que no había nada que pudieran hacer para reunir información más completa, la historia de The Reader ilustró que sí se podía hacer y brindó a otras comunidades una hoja de ruta para lograrlo.
Un enfoque más tradicional podría haberse centrado únicamente en aquellos gobiernos que hacen un mal trabajo, y esas revelaciones basadas en datos son, desde luego, importantes para el periodismo.
Pero la búsqueda de historias de datos a través de una lente de soluciones aumenta la transparencia y la rendición de cuentas al informar dónde y cómo se está abordando de manera más eficiente un problema, eliminando excusas y estableciendo un estándar para lo que las comunidades deben esperar de instituciones y gobiernos.
Eso hizo ABC News con un análisis de datos de los sitios de testeo de covid-19, que muestra que, en general, los sitios en vecindarios de minorías enfrentan una mayor demanda que los sitios en áreas más blancas de la misma ciudad. Pero Oakland, California, fue un caso atípico, y los datos no muestran una carga adicional para las personas de color que buscan una test.
Y la historia ofrecía posibles razones por las que la respuesta de Oakland estaba funcionando: una decisión consciente de colocar sitios cerca de las comunidades de color, que son las más afectadas por el virus; el establecimiento de un sitio de acceso para personas sin automóvil; no requerir citas en línea y brindar información telefónica en varios idiomas.
Además de ofrecer vías hacia posibles soluciones, la cobertura silenció a los funcionarios gubernamentales dispuestos a afirmar que no pueden hacer nada para resolver el problema.
Este artículo lo publicó IJNET, que lo tomó del blog de la Red de Periodismo de Solucines.
RV: EG
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/