Esta es mi entrevista con Alex Enășescu, quien fundó un boletín y un sitio web centrados en noticias sobre su ciudad natal, Iasi, en Rumania. Su historia, creo, podría inspirar a otros emprendedores de medios digitales.


¿Cómo llegaste a la idea de crear el sitio web y el boletín  «Nuestra Iasi«, sobre la actualidad local de tu ciudad natal? Iasi no es tan grande —solo 250.000 habitantes—, pero has conseguido 6.000 suscriptores gratuitos.

De 2015 a 2021, trabajé en un boletín informativo diario para una empresa nueva de noticias digitales (PressOne.ro) y también hice algunos reportajes locales. Éramos un pequeño equipo de 10-12 periodistas, respaldados por un inversor estadounidense convertido en filántropo. Después de cinco años invirtiendo en nuestra pequeña redacción sin obtener grandes beneficios económicos, se fue retirando poco a poco y hubo que recortar gastos para mantener el negocio en marcha.

Un día, mi jefe me llamó para comunicarme que mi puesto de redactor del boletín corría peligro. Era hora de encontrar un plan B.

El plan B: periodismo local

Era la época en que Substack empezaba a surgir como plataforma alternativa para autores, y anunció un programa para boletines locales, que parecía coincidir perfectamente con lo que yo sabía hacer. Postulé, pensando que si no me aceptaban iba a ser hora de conducir un Uber.

Recibimos una inversión inicial de US$40.000 que debía cubrir el primer año, pero ya llevamos dos años y medio y seguimos haciendo uso de esa inversión inicial.

Un producto más constructivo

Quise lanzar un boletín local porque los medios de comunicación de nuestra ciudad ya no trabajaban realmente para su audiencia. No solo desde el punto de vista editorial, sino como producto, la experiencia de leer noticias locales en la web era, y sigue siendo, un horrible caos de accidentes de tráfico, cotilleos políticos y anuncios intrusivos.

Creo que esto dejó un hueco para otro tipo de periodismo más constructivo y edificante, pero también consciente del tiempo y la atención limitados del público.

¿Cómo ha crecido tu base de suscriptores desde el lanzamiento en 2021?

El año pasado (2023) duplicamos la audiencia de nuestro boletín, que pasó de 3.000 a 6.000 suscriptores gratuitos, sobre todo gracias a una serie de guías locales que promocionamos en las redes, cortesía de un acelerador de innovación dirigido por el Instituto Internacional de Prensa. Tenemos 5.500 seguidores en Facebook y 3.700 en Instagram.

Nací y crecí en Iași, pero estudié periodismo en la Universidad de Bucarest, la capital de Rumania. Luego pasé un año en Londres para cursar un posgrado en sociología del deporte. Por entonces quería ser periodista deportivo, pero tras graduarme en 2009, cuando la crisis financiera diezmó medios en todo el mundo, me costó encontrar mi sitio en una redacción.

En 2010, abrí un blog sobre fútbol inglés, que resultó ser más un proyecto pasional que un negocio viable.

Lo que esto me enseñó, al principio de mi carrera, fue que lanzar un producto y esperar que la audiencia llegue sola solo porque te interesa a ti no es una estrategia para el periodismo sostenible. Esto me llevó a querer profundizar en las fuerzas que hacen o deshacen una publicación digital.

“Demasiada basura”

Recuerdo haber leído el artículo de Alexis Madrigal sobre internet en 2013: «Es demasiado difícil mantenerse al día. Y la mayoría de lo que hay es basura». Y también ver nacer el boletín informativo diario Quartz, pensado desde un formato limpio y sencillo para entregar las noticias. Así fue como empecé a interesarme por los boletines; en 2015 le sugerí a mi jefe que un boletín que reuniera noticias de manera reflexiva podía atravesar el mundanal ruido.

¿Cuántas personas forman parte de tu staff remunerado? ¿O tu sitio es una combinación de staff y freelancers remunerados, y colaboradores no remunerados y voluntarios?

En este momento, es sobre todo un equipo de un solo hombre. El primer año tuvimos un redactor pagado por Substack, y en los últimos dos y medio hemos contratado a unos diez periodistas freelance. En la actualidad, yo mismo me ocupo de la mayor parte de la redacción y la información de nuestro boletín semanal, con la ayuda de un corrector y un estudiante de periodismo que se encarga de reunir las noticias y los acontecimientos locales. Para los reportajes largos ocasionales, seguimos contando con colaboradores freelance que cobran por las piezas.

¿Cuáles son tus fuentes de ingresos? ¿Generas ganancias?

Tenemos tres fuentes principales de ingresos:

  •  Suscripciones de pago: hoy contamos con 145 suscriptores a EUR5 al mes o EUR30 al año, lo que da US$6.000 brutos. Se trata básicamente de donaciones, ya que estos suscriptores no reciben otra cosa que un cálido sentimiento en sus corazones por apoyar el periodismo local.
  • Publicidad: EUR2.000-3.000 al año. Un mensaje patrocinado en el boletín semanal se vende por EUR100-400, según longitud/formato.
  • Subvenciones: US$40.000 de Substack en 2021-2022 y EUR15.000 euros del IPI a principios de 2023.

Así pues, estamos generando unos ingresos totales menores a EUR10.000 al año, que no cubren los costos. Sin subvenciones estaríamos perdiendo dinero.

Para llegar a fin de mes y ampliar el recorrido de Iașul Nostru, el año pasado acepté un segundo trabajo a tiempo parcial como redactor del boletín de Recorder.ro, el medio independiente de mayor repercusión de Rumanía.

¿El gobierno rumano impone algún tipo de restricción?

El gobierno de mi país prefiere utilizar la zanahoria al palo para manipular la cobertura mediática. En los últimos tres años, ha pagado más de EUR50 millones a medios de comunicación por relaciones públicas políticas disfrazadas de periodismo.

La mayoría de los medios locales de Rumanía dependen de este tipo de pagos, y esto conduce a una especie de autocensura en lo que respecta a la cobertura negativa de los partidos políticos y los políticos que controlan dichos pagos.

A nivel nacional, la dirección de una de las mayores redacciones de Rumania fue despedida supuestamente por presiones de la industria de las apuestas. Y algunos periodistas rumanos, como Emilia Șercan, son acosados activamente por haber investigado a políticos de alto nivel.

El boletín es en sí un canal orgánico que genera confianza y comunidad, semana tras semana. También estamos en Facebook e Instagram, pero los utilizamos principalmente como la parte superior del embudo de marketing para llegar a los locales, invitándolos a suscribirse y continuar la conversación en nuestro propio terreno.

Estas son algunas de las historias de las que estoy más orgulloso de haber publicado:

  • un reportaje sobre los fotógrafos de fauna salvaje de nuestra zona;
  • una conmovedora historia sobre un grupo de amigos que compran, reparan y regalan bicicletas desde Alemania a niños de zonas rurales de Iași;
  • una dura entrevista a un refugiado ucraniano el segundo día después de que Rusia invadiera Ucrania;
  • un artículo sobre una cafetería local regentada por cristianos evangélicos que cada año ofrece una comida de Navidad a personas sin hogar.

¿Qué has aprendido sobre emprender; sobre la vida de alguien que intenta lanzar algo desde cero?

He pasado la mayor parte de mi carrera esperando a que me dieran permiso. Soy una persona introvertida que le escapa a los focos y hace tres años, a principios de 2021, tenía un perfil inusualmente bajo para ser periodista. Me mantenía alejado de las redes sociales y no estaba realmente presente en mi comunidad local.

Pero la  idea de perder mi trabajo mientras intentaba formar una familia me sacó de mi zona de confort. Sin ponerme demasiado filosófico, hace poco descubrí a un psicoanalista junguiano y autor llamado James Hollis.

Hollis escribe que desarrollamos todo tipo de mecanismos de defensa sutiles para nuestros miedos y que plantar cara al miedo es la decisión más importante que estamos llamados a tomar en la segunda mitad de nuestra vida. Tengo 37 años, llevo solo tres recorriendo con dificultad este nuevo camino y, aunque cada semana hay más adversidades y ansiedades en mi vida, también es profundamente enriquecedor hacer lo que, de alguna manera, siempre te has sentido llamado a hacer.

En los últimos tres años, he conocido a algunas de las mejores personas de nuestra comunidad local y también he conectado con compañeros y maestros del periodismo de todo el mundo. Me siento realmente honrado de que se interesen por un boletín local y una startup de Rumanía.

A cualquier periodista que esté leyendo esto y que quizá siga esperando a que le den permiso para arriesgarse en su carrera o lanzar algo al mundo, le animo a que no se deje vencer por el miedo al fracaso. ¡Ve y hazlo!

¿Qué otras oportunidades de formación y educación has aprovechado?

Como dice Brian Morrisey, el negocio de los medios es difícil, pero las noticias locales son el más difícil de los problemas difíciles. Resolver ese problema es una parte del Programa de Creadores de Periodismo Emprendedor en el que me inscribí a través de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Como seguimiento, actualmente estoy haciendo un nuevo curso en línea de gestión de productos en la CUNY.

De estos cursos he aprendido que la forma más segura de lanzar un medio local es enfocarlo con una mentalidad de producto, partiendo de las necesidades del usuario y trabajando sin descanso no solo para satisfacer esas necesidades, sino también para deslumbrar a la audiencia.

¿Qué desafío tienes en el futuro inmediato?

A pesar de toda la mala prensa que recibe Substack, nuestra publicación no habría existido sin su inversión. Y sin más subvenciones, no es seguro que podamos mantener encendidas las luces de Iașul Nostru más allá de finales de año.

Puede que el periodismo local de interés público sea esencialmente un caso de fracaso del mercado. Eso haría aún más vital la intervención estatal, pero Europa va por detrás de Estados Unidos: el equivalente europeo de la iniciativa Press Forward era 40 veces menor, y la mayor parte del dinero se destina a esfuerzos de investigación transfronterizos a gran escala. El proceso de solicitud de estas subvenciones es laboriosamente burocrático.

Me preocupa que este pueda ser el año en que la combinación de falta de financiación y demasiada regulación se haga notar. En 2024, tendremos cuatro rondas de elecciones en Rumania, donde se prevé que los partidos populistas apoyados por Rusia se conviertan en la segunda fuerza política del país.

Ya estamos viendo en tiempo real cómo el declive del periodismo local está afectando a la democracia, y la lentitud de respuesta de estas agencias con oficinas en Bruselas representa una amenaza real para el proyecto de la UE.


Este artículo fue originalmente publicado en My News Biz, boletín de Substack que ayuda a emprendedores a encontrar modelos de negocio viables. Se reproduce y traduce en IJNet con permiso.

Foto de Jonny Gios en Unsplash.