La libertad de prensa está bajo asedio en la República Srpska de Bosnia

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En la República Srpska, una de las dos entidades federales mayormente autónomas de Bosnia y Herzegovina, la legislación que criminaliza la difamación, aprobada en julio de 2023, amenaza la libertad de los medios de comunicación en nombre de «poner orden en el espacio público».

En los meses transcurridos desde su aprobación, se han presentado más de 50 cargos penales por difamación, y los periodistas han estado entre los acusados.

No es la única legislación que ataca a los periodistas en la república. Un proyecto de ley sobre el registro especial de organizaciones sin fines de lucro —conocida comúnmente como «Ley de Agentes Extranjeros»— designará a determinadas organizaciones no gubernamentales como «agentes de influencia extranjera».

Profesionales de los medios y abogados advierten de que estas leyes limitarán colectivamente la libertad de expresión y el activismo, y obstaculizarán los derechos humanos de los grupos minoritarios de forma similar a como lo ha hecho Rusia.

Aprobada a pesar de las protestas

Tras ser elegido en octubre de 2022, en medio de acusaciones de irregularidades electorales, el presidente de la República Srpska, Milorad Dodik, anunció en redes sociales su intención de aprobar estas nuevas leyes, interpretadas por muchos como una táctica para silenciar a quienes se muestran críticos.

A pesar de las protestas de periodistas y la sociedad civil, la legislación que penaliza la difamación fue aprobada. A partir de la medida, las investigaciones y los juicios pueden mantener a los periodistas en los tribunales durante años.

Incluso sin condena, la ley impone una pesada carga a los trabajadores de prensa, ya que habilita a los fiscales todas las herramientas de la investigación criminal: pueden vigilar a los reporteros, registrar domicilios y redacciones, incautar teléfonos y computadoras, e incluso interceptar llamadas, poniendo en peligro la confidencialidad de las fuentes.

Ataques a periodistas

En los últimos años, los políticos han intensificado sus ataques verbales contra los periodistas, que a su vez han sido retransmitidos por medios de comunicación progubernamentales. También han sufrido agresiones físicas y la policía ha confiscado sus teléfonos. Un periodista recibió tal paliza que el agresor fue acusado de intento de asesinato y condenado a cuatro años de cárcel.

«En el último año se ha pasado a una represión sistemática y organizada de la libertad de expresión», dice Sinisa Vukelic, redactor jefe de Capital.ba y presidente del Club de Periodistas de la República Srpska. «Las protestas no han frenado las medidas contra lo que entienden por difamación. Se ha aprobado también el proyecto de ley sobre «agentes extranjeros», que es especialmente problemático porque muchos medios fueron creados por asociaciones ciudadanas sin fines de lucro».

Los medios más pequeños, que han expuesto irregularidades en la República Srpska, son los que corren un mayor riesgo. «Los medios de comunicación han sido objeto de presiones mediante demandas SLAPP [Demandas Estratégicas contra la Participación Pública]. Para los periodistas, el eslabón más débil es un poder judicial profundamente corrupto y bajo control político. Sabemos a qué intereses servirá», declaró Vukelić.

Qué sigue

La nueva «Ley de Agentes Extranjeros» introduce un registro gubernamental de organizaciones de la sociedad civil financiadas por donantes internacionales, que incluye a medios de comunicación independientes.

«Las condiciones son las mismas en ambas leyes [la antigua y la nueva de agentes extranjeros], solo que en la nueva todo se consigna con mayor precisión. Podemos decir que estamos estableciendo un registro en el que se incluirá a todos aquellos que ya están en el antiguo registro pero que se financian con dinero procedente de organizaciones internacionales», declaró Slobodan Zec, ministro adjunto de Justicia de la República Srpska, añadiendo que el público debe saber a quiénes se hace referencia exactamente con «agentes extranjeros».

La fiscal Sanja Guzina defendió la nueva ley de difamación. «Este delito ya existía antes, y algunos Estados miembros de la UE también lo contemplan en su legislación penal».

«Sin embargo, la nueva ley corre el riesgo de poner en peligro, junto con la libertad de expresión, la libertad de asociación de los ciudadanos», afirma Damjan Ožegović, investigador principal y asociado de asuntos jurídicos de Transparency International B&H. «Ya sea en el caso de medios, grupos marginalizados o incluso algunas organizaciones respaldadas por el gobierno, estas leyes afectarán a todos. Con la penalización de la difamación, ya hemos notado autocensura, y ahora podemos esperar que la situación se intensifique», advirtió.

Extralimitaciones

En respuesta a un recurso que cuestionaba la legalidad de la ley, el Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina dictaminó que la legislación es constitucional. Sin embargo, advirtió sobre la posibilidad de extralimitación e instó a que se aplique con cuidado para evitar poner en peligro las libertades periodísticas. «Las autoridades competentes deben evitar, en la medida de lo posible, el uso de recursos legales que puedan disuadir a los ciudadanos, especialmente a los periodistas, de expresar opiniones críticas sobre asuntos de interés público por temor a sanciones penales y de otro tipo», dice la decisión.

Por su parte la Oficina del Alto Representante de Bosnia y Herzegovina calificó la ley como un atentado contra las libertades civiles y característica de regímenes autoritarios: «La recriminalización de la difamación en la República Srpska permite a las autoridades suprimir y censurar las libertades de los medios y la sociedad civil, coartar el libre pensamiento crítico y silenciar las voces disidentes».

Organismos internacionales, incluida la ONU y la UE, han criticado la legislación, advirtiendo sobre los peligros de promulgar leyes que violan los derechos humanos. Periodistas y activistas también continúan haciendo campaña para que se elimine la difamación del código penal.

«Nuestro mayor temor es un poder judicial profundamente corrupto y bajo control político», afirmó Vukelic. «Seguiremos luchando por la libertad de expresión y de los medios de comunicación».

Foto de Mujo Hasanovic en Unsplash.

 

Andrijana Pisarevic

Andrijana Pisarevic es periodista de Capital.ba con 20 años de experiencia. Se especializa en periodismo de investigación, particularmente en economía, medios de comunicación, derechos humanos y grupos marginados.

ijnet

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