Una gran entrevista en video puede ser el núcleo de una historia poderosa, tanto si se incluye en un breve paquete informativo como si se trata de un documental de larga duración. Pero armar una entrevista ante cámaras requiere preparación, delicadeza y la capacidad de resolver algunos problemas.
Como productor ganador de un Emmy y con más de dos décadas de experiencia, he tenido el privilegio de realizar cientos de entrevistas ante cámaras a personas muy diferentes.
A continuación te doy algunos consejos prácticos para que tu próxima entrevista en video sea capaz de atraer a la audiencia y tenga un impacto real.
En los días previos a la entrevista, profundiza en todos los aspectos de la cobertura. Si se trata de un tema político, familiarízate bien con los hechos, la historia, las estadísticas y los distintos puntos de vista involucrados en el tema en cuestión. Si se trata de una biografía, conoce los acontecimientos clave de la vida de su protagonista. Si se trata de un acontecimiento histórico, conoce las fechas y los detalles de cómo se desarrolló. Si se trata de un crimen real, explora a fondo la cronología y los personajes implicados.
Personalmente prefiero organizar mis preguntas siguiendo el orden cronológico de los acontecimientos, hasta llegar a la actualidad. Esto estructura el diálogo y me permite estar mejor preparado para mantener una conversación informada sobre el tema.
Aunque hables con la persona unos días antes, no la entrevistes demasiado. La entrevista ante la cámara debe ser espontánea y auténtica, así que guarda las mejores preguntas para cuando estés grabando. Como norma general, el entrevistado no debe ver las preguntas de antemano, aunque puedes hablar en general sobre los tipos de preguntas que piensas hacerle. Esto funciona especialmente bien en el caso de una entrevista relacionada con noticias en curso.
Intenta que el sujeto lleve ropa que no distraiga; por ejemplo, evita los colores brillantes o las rayas, los cuadros escoceses u otros diseños llamativos que puedan causar el efecto moiré, que provoca patrones brillantes y pulsantes en la pantalla.
Si es posible, visita el lugar de la entrevista antes del rodaje. Pregúntate si es demasiado ruidoso y si se pueden encender las luces de la cámara en caso necesario. Si vas a rodar un documental, el dueño del lugar también tendrá que firmar un permiso de rodaje: un documento legal que te autoriza a filmar en ese lugar.
Las entrevistas ante cámaras suelen poner nerviosas a las personas. Intenta que el entrevistado se sienta cómodo creando un ambiente relajado. Dedica unos minutos a la charla trivial y ten preparada una botella de agua sin abrir; en resumen, trata a tu entrevistado como a un invitado de honor. Quieres que se sienta tranquilo, conversador y auténtico.
Si tu entrevista es parte de un documental, tendrás que asegurarte de que la persona en cuestión dé su consentimiento legal para utilizar su imagen o su voz, así que haz que firme una autorización antes de empezar a filmar. Es preciso estudiar las leyes de propiedad intelectual de tu país para conocer el alcance de los permisos o cuándo podrías estar exento de solicitarlos.
A los fines de este artículo, hablaremos de una toma sencilla con una sola cámara.
Coloca al sujeto lo más lejos posible de paredes o estanterías para evitar distracciones. Mira por el visor de tu cámara o por un monitor y asegúrate de que no haya distracciones detrás del sujeto ni que sobresalgan objetos como cuadros o plantas por encima de su cabeza.
En cuanto a ti en tu rol de entrevistador, colócate frente al sujeto. Indícale que mantenga el contacto visual contigo y que no mire directamente al objetivo de la cámara.
Siéntate cerca de la cámara para que el público tenga una visión casi frontal del rostro de tu entrevistado. Si te sientas demasiado lejos de la cámara, el público tendrá una vista lateral del sujeto cuando se gire para mirarte.
Además, asegúrate de que la altura del objetivo de la cámara coincida con el nivel de los ojos del entrevistado (no quieres que el público mire hacia arriba o hacia abajo). Haz coincidir la altura de tu silla con la suya, y asegúrate de que su silla sea cómoda, no giratoria, y con un respaldo bajo que no se vea desde la cámara.
Si vas a entrevistar a más de una persona por separado, aplica la regla «izquierda-derecha»: coloca la cámara de modo que la mitad de los entrevistados realicen la entrevista mirando a la izquierda y, a continuación, cambia la posición de la cámara para que la otra mitad mire a la derecha. Esta técnica sumará variedad a tus tomas.
Como dice el viejo refrán, «los ojos son las ventanas del alma». Tu sujeto no debe llevar gafas de sol durante la entrevista, y si lleva gafas normales, ten cuidado de cualquier resplandor que se refleje en ellas.
No debería haber música de fondo durante la entrevista. Esta preferencia tiene que ver tanto con los derechos como con la edición, ya que la música en una pista de audio puede causar grandes dolores de cabeza a la hora de editar un video.
Esconde los micrófonos de solapa bajo el cuello de la camisa o a través del ojal. Si el público ve un micrófono durante una entrevista, será más consciente del artificio de la filmación.
Presta atención a las joyas que lleve la persona entrevistada, ya que podrían hacer ruido durante la filmación.
Haz que la cámara filme cuando el sujeto se siente por primera vez. Esto puede ser útil en la sala de montaje como material de archivo.
Cuida que la persona responda de forma concisa y autónoma, ya que tus preguntas se eliminarán en la edición. Para ello, pídele que repita la pregunta en su respuesta. Puedes ponerle un ejemplo como este: «si te pregunto de qué color es el cielo y me dices ‘azul’, lo único que vamos a escuchar será ‘azul’. Pero si dices ‘El color del cielo es azul’, incluyes mi pregunta en tu respuesta».
¡Silencio en el set! Justo antes de empezar a hacer preguntas, asegúrate de que el lugar esté en completo silencio, se hayan interrumpido todas las conversaciones, la música esté apagada y los móviles en modo avión.
No empieces por las preguntas más difíciles. Deja que el entrevistado entre en calor. Para empezar, pídele que deletree su nombre y te diga su ocupación. Esto ayuda a romper el hielo y es importante que quede constancia de su cargo y de la ortografía correcta de su nombre. Esta información podría ser útil más adelante cuando edites y crees los tercios inferiores (gráficos identificativos que suelen aparecer en la parte inferior de la pantalla).
No hables ni interrumpas a tu sujeto mientras esté contestando. Escucha atentamente, mantén contacto visual y asiente ocasionalmente para mostrar que comprendes y que estás escuchando, pero no digas nada. Continúa callado durante unos segundos después de que termine de responder cada pregunta. Puede que este silencio se sienta poco natural, pero necesitarás fragmentos de sonido limpios e ininterrumpidos en la sala de edición.
Para conseguir respuestas que no se limiten al «sí» o al «no», pídele a tu entrevistado que «describa» o «explique» algo. No tengas miedo de pedirle que amplíe una respuesta que no haya quedado clara. Recuerda: la idea es que tengas la menor cantidad de arrepentimientos al editar más tarde.
Mi pregunta final es casi siempre la misma: «¿hay algo más que te gustaría agregar que no te haya preguntado?» Esto ha dado lugar a respuestas maravillosas, generalmente revelando algo que tenían en mente pero que no se cubrió con mis preguntas.
Con preparación, rapidez para detectar y solucionar problemas y un poco de conexión humana, puedes transformar una simple entrevista ante cámaras en un encuentro personal íntimo que puede ser fundamental para tu historia.
Cuando te embarques en tu próxima entrevista, recuerda: cada pregunta tiene el potencial de desenterrar una joya oculta.
¡Feliz entrevista!
Foto de lucas clarysse en Unsplash.
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