Documenters Network: información pública a cargo de los ciudadanos

Publicado por Elizabeth Lepro
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A muchos periodistas les encantan las minucias del gobierno local. Si pasas suficiente tiempo observando reuniones municipales, por ejemplo, te darás cuenta de que conversaciones en apariencia irrelevantes pueden dar lugar a debates sobre políticas y presupuestos que afectan a comunidades enteras.

«Creo que las reuniones públicas son talleres para la democracia», afirma Darryl Holliday, antiguo periodista y cofundador de City Bureau. «Sé que se toman grandes decisiones en algunas de las reuniones públicas más aburridas. Pero alguien tiene que estar allí para enterarse».

Así es como nació el proyecto Documenters Network: Red de Documentadores, en español.

Con el cierre de medios locales en todo Estados Unidos, y con otros que ajustan sus presupuestos y reducen su personal, no siempre hay un periodista disponible para cubrir cada reunión municipal o de la política local. La Red de documentadores, creada en 2018 bajo el paraguas de City Bureau, forma y paga a los ciudadanos para que tomen notas en reuniones públicas de las que no se informa. La red tiene sedes en Chicago, Detroit, Cleveland y Minneapolis. Cada sitio emplea staff a tiempo parcial o completo que edita y publica las notas de las reuniones, crea boletines informativos y dirige otras iniciativas especiales.

El objetivo de la red es poner la información pública al alcance de todos. Al contratar a personas que no son periodistas, el proyecto elimina barreras entre productores de noticias y consumidores.

Holliday dirigió el desarrollo de la red y ahora supervisa su crecimiento estratégico. La sede de Mineápolis se inauguró este año, y hay planes para abrir más sedes en el Sur, las Grandes Llanuras y la Costa Oeste de Estados Unidos.

Los documentadores han aprendido a reconocer violaciones de leyes en reuniones abiertas de su estado y algunos se han convertido en organizadores comunitarios. Pero lo más gratificante, de acuerdo con Holliday, es la forma en que el proyecto ha influido en la alfabetización cívica de los ciudadanos.

«No puedo decir cuántas veces he escuchado a un documentadores decir que no tenían idea de que podían asistir a ese tipo de reuniones. Son reuniones celebradas por funcionarios elegidos y designados, presumiblemente para el público, y mucha gente no sabe que puede entrar, explica Holliday. «La población local es la que necesitamos que participe en la resolución de los problemas locales. No pueden hacerlo si los responsables políticos trabajan apartados».

Los documentadores

Izzy Stroobandt se mudó a Chicago en agosto de 2020 para asistir a la Escuela de Periodismo Medill de la Universidad Northwestern. Debido a la pandemia, dijo que era «probablemente el peor momento para conocer una ciudad, especialmente a nivel hiperlocal». Se inscribió en Documenters y, un año después, se encontró tuiteando en directo la totalidad de una reunión de ocho horas del Comité del Ayuntamiento de Chicago sobre zonificación, monumentos y normas de construcción.

«Unirme al programa Documenters y hacer estas tareas fue la mejor elección que podría haber hecho para aprender sobre la forma en que el gobierno local —en varios niveles— funciona en Chicago», dijo. «No me había dado cuenta de lo mucho que importan las relaciones entre cada uno de los individuos que operan la política».

Los documentadores cobran por hora o por reunión, según la ciudad. Todos los sitios pagan más de US$15 por hora. Los editores revisan las notas y dan su opinión cuando es necesario, antes de publicarlas.

Medios locales y organizaciones sin fines de lucro financian las filiales de la red en cada ciudad, mientras que la red proporciona la marca, un sitio web, ayuda estructural, apoyo a los esfuerzos locales de financiación y orientación a la misión. City Bureau gestiona la filial de Chicago; el programa de Mineápolis está alojado en una organización sin ánimo de lucro, y Detroit Documenters es una asociación entre múltiples organizaciones periodísticas y cívicas de la ciudad. En abril, Cleveland Documenters anunció que se convertiría en una nueva entidad financiada por el American Journalism Project y la Cleveland Foundation.

Stroobandt es periodista, pero ese no es un requisito: cualquiera puede convertirse en documentador. «Los periodistas no pueden hacerlo solos», dice Holliday. «Tenemos que atraer a más gente a este trabajo».

Entre las personas que Holliday espera involucrar están las de color, la clase trabajadora y los ciudadanos de bajos ingresos que a menudo son «los sujetos de historias escritas sobre ellos, no para ellos», dijo.

Lawrence Daniel Casswell, coordinador de campo en Cleveland, dice que la mayoría de los aproximadamente 400 documentadores formados en la ciudad no son periodistas ni tienen aspiraciones periodísticas.

«Las habilidades aprendidas no solo son útiles para el periodismo, sino para entender el gobierno local y para participar más plenamente y con más información en la vida cívica», explica Casswell. “Lo llamamos comunidad y en realidad se siente como una comunidad. Entras en este espacio donde todos están aquí por la misma curiosidad: ¿Cómo funciona este gobierno? ¿Cómo funciona de esta manera? Hagamos algo al respecto y luego compartamos esta información”.

Los coordinadores de campo

Casswell pasó más de 10 años en la radiotelevisión pública. Sus colegas que ayudaron a desarrollar el programa de Cleveland también venían de redacciones. Pero el hecho de que Documenters opere en contra de las normas del sector es un atractivo para muchos de sus miembros.

«Todos hemos trabajado en redacciones y tenemos un ‘impulso de la redacción’ cuando pasa algo… que tiene una cadencia y un tiempo de noticias que no se condice realmente con las demandas de la comunidad», dice.

Jackie Renzetti, productora cívica de Mineápolis, llegó a Documenters tras ser despedida por pequeñas publicaciones de noticias en 2020 y 2021. Comenzó a cubrir el juicio de Derek Chauvin como freelance para medios nacionales.

«En medio de lo que me pareció un frenesí mediático», dijo, ya que había una desconexión entre lo que importaba a los residentes locales y lo que los medios nacionales estaban eligiendo informar. El cansancio y la desilusión la llevaron a considerar la posibilidad de abandonar el sector. «Realmente pensé que eso era todo», añadió.

En ese momento, Pillsbury United Communitiess, una organización sin fines de lucro de Mineápolis con muchos años de antigüedad, buscaba a alguien que dirigiera su sitio de Documenters.

Una vez contratada, corrió la voz sobre el programa a través de las redes sociales y de folletos en zonas en las que la gente «se ha enfrentado a barreras sistémicas con el gobierno local».

Tras cuatro meses de existencia, hay más de 40 documentadores de Mineápolis, cada uno de los cuales cobra US$20 por hora. Cubren aproximadamente 10 reuniones a la semana, incluyendo todas las reuniones de la ciudad, de la junta del condado y del consejo escolar.

«Documenters Network es periodismo sin todos los obstáculos extraños que conlleva una redacción tradicional», explica Renzetti. «No nos preocupa la primicia. No nos preocupa dar la noticia. No nos preocupa competir… Se trata más bien de introducir a la gente en el proceso de reporteo».

Ahora mismo, Documenters es un programa puramente urbano, pero las zonas rurales son crecientes desiertos informativos. Cuando se le preguntó si la Red podría considerar lugares rurales en su próxima expansión, Holliday expresó entusiasmo.

«Una cosa es tener un sitio de Documenters en la tercera ciudad más grande del país; la necesidad de un compromiso cívico informado es importante», dice, «pero ¿tener un sitio de Documenters en una zona donde puede no haber un periódico operativo? ¿Y darle acceso a una red de profesionales participativos que han creado sitios de documentadores en otras partes de Estados Unidos? Esa sería una experiencia totalmente diferente, de la que me entusiasma aprender».


Foto de Kelly Sikkema en Unsplash.

ijnet.org

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