Cuando acude a recoger sus historias, Joe Sacco hace exactamente lo mismo que haría cualquier periodista: entrevistar, tomar apuntes, captar fotografías y videos, todo lo que le resulta necesario para escribir un reportaje. La diferencia es que, en lugar de escribir la nota o editar un material audiovisual, él procesa su material periodístico dibujando en una página de cómic o historieta, pero ciñéndose estrictamente a la historia real que ha recogido en el terreno, sin agregar ningún elemento de ficción.
Aunque no es propiamente el inventor del cómic periodístico, Sacco, periodista, dibujante y guionista de historietas de origen maltés y residente en Estados Unidos, es quien lo ha convertido en un género bien definido y en su representante más genuino. Sus diversos y exitosos libros publicados de novela gráfica periodística así lo demuestran: Gorazde: “Zona protegida”; “Palestina: en la franja de Gaza”; “Historias de Bosnia”; “Un tributo a la tierra”, entre otros.
Así como el periodismo ingresó en el mundo de la gran literatura con las llamadas “novelas de no ficción”, con obras como Operación Masacre, del argentino Rodolfo Walsh, publicado en 1957, o “A sangre fría”, del estadounidense Truman Capote, dada a conocer entre 1959 y 1966, el cómic periodístico empezó a cobrar forma inicialmente con la obra Maus: “Relato de un superviviente”, del historietista estadounidense Art Spiegelman, que empezó a publicarse por entregas entre 1980 y 1991 en la revista Raw, para convertirse luego en una de las más exitosas novelas gráficas sobre el holocausto judío durante la Segunda Guerra mundial. Fue el primer cómic que ganó el Premio Pulitzer en 1992.
La historia se desarrolla a partir de las experiencias del autor y las entrevistas a su padre, que narra su vida como judío polaco y superviviente del Holocausto. Spiegelman usa técnicas postmodernistas y recursos convencionales, propios de las fábulas clásicas, al representar a los grupos humanos como diferentes tipos de animales: los judíos son ratones, los alemanes son gatos, los polacos no judíos aparecen como cerdos, etc. Es un libro de memorias, histórico, autobiográfico, una mezcla de géneros.
Sacco y otros autores reconocen que Maus es la obra que dio pie al desarrollo del uso del cómic en el periodismo, hasta desembocar en la creación de un género que actualmente permite “nuevas formas de contar las realidades y salirse del texto escueto que muchas veces se queda corto y aburre a las audiencias”, tal como el propio Sacco lo expresó en una charla con periodistas, propiciada por la Fundación Gabo.
Una experiencia muy reconocida de experimentar con el cómic periodístico la realizó en 2020 el medio digital peruano Convoca, que en 2020 publicó en 2020 la serie Expediente tóxico, el cómic, con investigaciones periodísticas sobre personas afectadas por su exposición a metales pesados extraídos por industrias en Perú.
El dossier se compone de tres historietas con efectos digitales multimedia, cada una para contar un caso particular:
Los materiales fueron elaborados por un equipo multidisciplinario, cuyos miembros aportaron distintos conocimientos para abordar las historias de manera ética, rigurosa y efectiva. Además de periodistas, editores, programadores y caricaturistas, contaron con la participación de analistas de datos, toxicólogos y otros expertos que colaboraron en distintas facetas del proyecto.
Los cómics de esta serie fueron creados en lenguaje HTML5 Javascript, una tecnología que permite que los contenidos carguen de forma rápida, diseñados en Canva utilizando WebGL, para garantizar que los contenidos puedan ser vistos en cualquier dispositivo (PC, tabletas o teléfonos móviles) sin distorsiones.
En el Paraguay, nuestra experiencia empezó en el 2001, con la publicación en el diario Última Hora de Asunción, de una serie denominada “El Testigo” en formato de tira diaria, en el que narramos la vida y el asesinato del periodista Santiago Leguizamón por sicarios de la mafia fronteriza, ocurrido en 1991, con guion mío y dibujos de Enzo Pertile. La historia completa, contada como una novela gráfica de no ficción, con formato realista y documentación periodística, fue publicada luego en un álbum de cómic, editado por Servilibro en 2006.
Nuestra más reciente propuesta es la implementación del cómic-reportaje en el nuevo medio digital El Otro País. Para ello, convertimos en personajes a nuestras propias mascotas, presentados como Los Gatos Reporteros, que narran historias sobre derechos animales y experiencias de rescate y refugios, con dibujos del historietista paraguayo ADAM. El proceso implica un reporteo convencional para recoger la historia en el terreno. Pero la historia, en lugar de escribirla como una crónica, se escribe como un guion de cómic
1. Pensar siempre en las imágenes al narrar la historia y ponerse en el lugar del dibujante, para visualizar mejor lo que se quiere contar.
2. Una historieta no es texto + dibujo, sino integración de estos dos elementos. Al describir una escena, no se debe cometer el error de escribir lo que la ilustración ya está mostrando. El texto debe agregar algo más, no repetir lo que el dibujo ya muestra (o viceversa). Hay casos en que basta con la ilustración sin palabras.
3. Se debe evitar el uso de textos largos y farragosos. Tras la primera versión, hay que revisar con visión crítica, cortando todo lo superfluo del texto, hasta reducir a lo mínimo, sin quitar profundidad a la historia.
4. Aunque sea una historia real, tener siempre en cuenta los elementos de una estructura narrativa de ficción, para que el relato sea atrayente:
5. Al igual que en el periodismo narrativo, se debe tratar de usar en el cómic buenos títulos -con “gancho periodístico”, pero con calidad literaria-, descripciones efectistas, buenas metáforas, diálogos precisos, pero solo lo necesario. Que todo sea breve, elaborado y medido, sin que pierda profundidad literaria.
6. El comic debe ser una suma perfecta de calidad de guion y calidad de dibujo. Es una co-creación, en igualdad colaborativa. Ni el guionista ni el dibujante es superior o inferior. Hay que resaltar siempre ambas autorías, en el mismo nivel.
7. Conviene evitar:
8. Si bien varía la técnica narrativa de los reportajes convencionales, el contenido debe ajustarse a la misma responsabilidad y ética periodística, al chequeo de datos, a la verificación de fuentes, a la diversidad de voces. Es cómic, pero sigue siendo periodismo.
Strip Generator.
Pixton.
Witty Comics.
Make Beliefs Comix.
Storyboard That.
Puedes ver la presentación del reciente “Café de periodistas: Guion del cómic para aplicarlo al periodismo” en el siguiente enlace:
Imagen cortesía de El Otro País.
ijnet.org