¡Hola! Mi nombre es Mattia Peretti y soy becario ICF Knight 2024. Mi proyecto consiste en explorar de qué manera la IA generativa puede ser utilizada por los medios para servir mejor a sus comunidades, y me he pasado las últimas cuatro semanas hablando con muchas personas de la industria para dar sentido a este problema y averiguar qué construir a partir de él.
He aprendido varias cosas pero sobre todo dos: en primer lugar, mi planteo del problema es erróneo y hay que darle la vuelta: «cómo se puede utilizar la IA» es el marco equivocado. En segundo lugar, hemos llegado a un punto de inflexión en el periodismo y el consenso es cada vez mayor: no podemos hacer que nuestra industria sea más sostenible sin nuevas soluciones radicales y sin crear productos que los usuarios realmente quieran. El papel que la IA pueda desempeñar en su creación es en cierto modo irrelevante.
He decidido dedicar mi beca a sentar las bases para la creación de algo nuevo: una comunidad de personas que consideran que la IA puede ayudarnos a construir un futuro sostenible para el periodismo, pero la condición es ocuparnos primero en cómo queremos que sea ese futuro. Solo entonces podremos evaluar si la IA puede —o no— ayudarnos a construirlo.
A continuación lo que se me ha ocurrido y cómo puedes participar.
Llevo cinco años inmerso en el tema de la IA en el periodismo, pero llegué a una conclusión importante hace muy poco: estamos entendiendo mal todo esto de la IA. O casi todo.
Una industria que se percibe a sí misma como «en crisis» desde hace al menos 15 años, y que es consciente de haber cometido ya muchos errores en la transición a lo digital, se ha subido ahora al carro de la IA porque espera no cometer el mismo error.
Así las cosas, puede que no estemos cometiendo el mismo error, pero sin duda nos estamos equivocando otra vez. Estamos persiguiendo la cola de Silicon Valley, luchando por idear casos de uso para cada nuevo producto que sale al mercado (¡Sora! ¡Wow, qué genial!), sin una estrategia coherente sobre cómo queremos que se utilice el potencial de la IA al servicio de nuestra visión de un periodismo sostenible que añada valor a la vida de las personas.
Gente mucho más inteligente que yo empieza a pensar que el periodismo tal y como lo conocemos no tiene salvación. Estoy de acuerdo. Pero soy un optimista empedernido, así que también creo que podemos reinventarlo. Pero no va a ser la inteligencia artificial la que lo haga por nosotros, ni tampoco lo conseguiremos sumando una pizca de inteligencia artificial a lo que ya hacemos. Solo podremos reinventar el periodismo si aceptamos que nuestra misión no es crear contenidos, sino prestar un servicio basado en la escucha. Si nos enfocamos obstinadamente en esa misión y abandonamos los viejos hábitos que nos sabotean, la IA podría ayudarnos.
Empecé mi beca ICFJ Knight este año con una simple observación: en 2023, empezamos a experimentar con la IA generativa pero la audiencia estuvo completamente ausente de la conversación. Eso sigue pasando hoy en día. El objetivo de la mayor parte del trabajo relacionado con la IA en los medios es perseguir ganancias marginales en eficiencia y productividad, casi nunca explorar cómo la IA generativa puede ayudarnos a repensar e innovar la forma en que servimos a nuestras audiencias.
Seamos claros: es importante que sigamos trabajando para que la IA generativa trabaje a nuestro favor, haciéndonos más ágiles y eficaces. Ocuparse de eso no tiene nada de malo, pero no es suficiente. Estamos perdiendo una oportunidad que no podemos dejar pasar si nos detenemos ahí y no usamos el entusiasmo por la innovación que nos da la IA generativa para ser más visionarios e innovar genuinamente en la forma en que entregamos valor a nuestros clientes. Puede ayudarnos a pagar las facturas un poco más de tiempo (lo que es bueno), pero no contribuirá a crear una sostenibilidad financiera en el largo plazo.
No creo que la salud del periodismo deba medirse por el número de personas empleadas en el sector, pero soy consciente de que las numerosas rondas de despidos de los últimos meses son un claro síntoma de la fase de disrupción en la que nos encontramos. Y la situación no mejorará pronto. Más bien al contrario: el tráfico de búsqueda no hará sino empeorar a medida que se afiance la búsqueda generativa por IA.
Lo que no estamos entendiendo es que la crisis del periodismo es tanto un problema de modelo de negocio como de producto: «Los medios de comunicación dominantes quizá sean la única industria del mundo que sigue suministrando un producto interminable sin información real sobre la demanda del mismo. Está atascada donde empezó hace décadas, sin ninguna pista sobre las necesidades, hábitos o expectativas de los usuarios, sin nuevas estrategias de distribución ni nuevas formas de ganar dinero».
Tenemos problemas porque no satisfacemos las necesidades de nuestros usuarios. En su lugar, nos obsesionamos con la eficiencia y la productividad a través de la tecnología para mejorar lo que hacemos, pero esencialmente seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho, solo que de una manera ligeramente más barata y marginalmente más eficaz.
Esto es lo que propongo.
Debemos aceptar de una vez por todas un cambio de mentalidad fundamental: lo que hacemos puede ser crear contenidos, pero nuestra misión no es crear contenidos. Las más de las veces nos olvidamos de esta distinción y eso hace que sea mucho más difícil pensar de forma creativa sobre nuestra misión y la mejor manera de llevarla a cabo. Porque crear más contenidos no es la única manera de hacerlo y a veces es incluso lo contrario de lo que deberíamos hacer.
Debemos centrarnos implacablemente en nuestros usuarios y sus necesidades. Preguntar a la gente qué quiere y qué necesita, y escuchar de verdad lo que tienen que decir. Sobre todo a los más jóvenes, porque son el público para el que debemos construir si queremos ser sostenibles en el futuro.
Tenemos que darnos la oportunidad de imaginar productos y experiencias informativas totalmente nuevos sin sentirnos constreñidos por la forma en que las cosas son y podrían haber sido siempre, y por la urgencia de construir algo rentable porque estamos en constante modo de crisis. Tenemos que abrazar el juego, pero con un propósito. En otras palabras, necesitamos adoptar la investigación y el desarrollo (I+D): un conjunto de actividades innovadoras emprendidas para desarrollar nuevos servicios o productos sin esperar beneficios inmediatos.
Tenemos que establecer una teoría del cambio que articule cómo creemos que nuestras actividades conducirán a los resultados e impactos que queremos lograr. ¿Cuáles son los problemas que intentamos resolver y cómo los definimos? ¿Cómo es el futuro a largo plazo que queremos construir, y qué cambios a corto plazo tenemos que hacer para allanar el camino?
Debemos, pues, estar dispuestos a replanteárnoslo todo. Lo que hacemos, cómo lo hacemos, por qué lo hacemos, lo que sabemos y lo que no sabemos. Como dijo el editor del New York Times, A. G. Sulzberger, en una entrevista con el Instituto Reuters, «el camino a seguir en cualquier periodo de transformación gigantesca es siempre hacerse preguntas, y ser escéptico ante las respuestas, y realmente no creer en ninguna solución mágica».
Y creo que deberíamos hacer todo esto juntos, no cada uno por su lado en su casa u oficina.
Quiero aprovechar este año de beca, y la oportunidad única que me brinda el ICFJ, para reunir a un grupo de personas que crean que este cambio es necesario y quieran formar parte de él. Quiero que juntos hagamos lo correcto en materia de IA, que dejemos de jugar a ponernos al día y que, en cambio, la utilicemos como herramienta para mirar hacia delante.
¿Quieres formar parte de este movimiento? Envíame un correo electrónico a mperetti@icfj.org con unas palabras sobre lo que más te ha llamado la atención de este artículo, y comencemos.
Imagen: Yasmine Boudiaf & LOTI / Better Images of AI / Data Processing / Licencia de CC-BY 4.0.
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