Cómo construir un reportaje

Publicado por Cristiana Bedei
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Un reportaje es una exploración; informa, inspira y entretiene a los lectores, al ir más allá de los hechos y los datos duros y responder a sus preguntas sobre lo que está ocurriendo en el mundo.

Si bien hace 10 o 20 años se llamaba «reportaje» a cualquier artículo publicado en periódicos y revistas, hoy es más difícil encontrar una definición precisa. Mary Hogarth, especialista en medios, educadora y autora de Writing Feature Articles: Print, Digital And Online, dice que un reportaje fuerte debe combinar elementos multimedia que mejoren la experiencia de la audiencia y ofrezcan una perspectiva de 360 grados sobre un tema: «Es fundamental garantizar que el contenido no solo tenga valor, sino que atraiga al público impreso/digital y online».

Muchos freelancers eligen trabajar en reportajes porque se suele pagar más por ellos. «Cuantas más palabras te encargue un editor, más ganarás. La investigación lleva tiempo, así que intenta sacar varias historias de un mismo tema adaptando el ángulo a distintos tipos de publicaciones que no compitan entre sí», aconseja la profesora de periodismo Susan Grossman. Eso puede significar reformular y revender distintos elementos de tu historia en diferentes momentos, para diferentes audiencias y con diferentes citas.

El trabajo, sin embargo, tiene sus desafíos. El primero es desarrollar una idea relevante y viable. «No se trata solo de encontrar un tema difícil, sino de encontrar un tema que se preste a un reportaje completo y de encontrar fuentes accesibles», dice Ottavia Spaggiari, periodista independiente que escribe reportajes de largo aliento para The New Yorker y The Guardian, entre otros medios.

Este tipo de periodismo requiere investigación y creatividad, pero se pueden aprender todas las habilidades necesarias. «Las mejores historias son las que te apasionan. Tu trabajo consiste en dar respuesta a las preguntas que pueda tener el lector», explica Grossman.

A la hora de desarrollar una narración significativa, ten en cuenta tu tema y tu audiencia. Puedes utilizar estos consejos para empezar.

Primero, la investigación

Conocer todo el material facilitará la redacción de un excelente reportaje en profundidad. «Se trata de combinar las diferentes piezas, las citas y los datos después de haberlos encontrado todos», dice Grossman. «Te sugiero que no empieces a escribir hasta que tengas toda la investigación reunida».

Spaggiari añade: «Primero lee todas las transcripciones de tus entrevistas, subrayando no solo las citas, sino también las líneas argumentales que van surgiendo». A continuación, crea un cuadro con una lista de todas tus fuentes. Después de cada entrevista, anota sus principales conclusiones.

No empieces por el principio

Grossman compara la redacción de un reportaje con la creación de una pintura. «No se empieza por la parte superior del cuadro y se pinta hacia abajo», dice. «Con un reportaje, simplemente pondría todos los componentes de la historia en un borrador, los desarrollaría, pensaría en ellos, los investigaría, añadiría las citas y luego miraría el conjunto y pensaría: ¿Cuál es el medio en el que pretendo que sea publicada esta historia? Y la modelaría con el mismo estilo».

La fórmula ya está en el medio de comunicación que quieres que te publique, así que no tienes que hacer mucha reflexión creativa. Solo hay que reflejar su estilo.

Se trata de lo que el público quiere y necesita saber.

«En primer lugar, es imprescindible conocer el mercado», afirma Hogarth. «En segundo, recomiendo investigar a fondo la publicación en la que esperas sea publicado tu reportaje, leyendo varios números anteriores y recorriendo sus redes sociales para tener una perspectiva acabada de sus temas o pilares editoriales principales, así como de la audiencia».

También es fundamental redactar reportajes concisos y bien estructurados que reflejen el estilo de la publicación de destino. «Siempre aconsejo mostrar, no decir, cuando se presenta la idea a los editores, incluyendo un título y un párrafo para demostrar que puedes adoptar el tono y el estilo de la revista o el periódico», añade Hogarth.

Construye una línea de tiempo

Cuando se trabaja en reportajes más largos y con más recursos, es posible que tengas tanto material que te resulte difícil averiguar cuál era tu ángulo o historia original en primer lugar. Spaggiari, que ha trabajado en diferentes piezas narrativas y de investigación, sugiere construir una línea de tiempo, en un documento u hoja de cálculo.

«Me gusta usar hojas de cálculo. Por ejemplo, escribo la fecha en una celda y luego el acontecimiento al lado», explica. «La línea de tiempo es la luz que guía la redacción de un artículo largo».

Si el tema es complejo, esta línea temporal ayuda a descifrar una historia y construir un arco narrativo. «Te permite entender bien el tema, no perderte ningún pasaje y también explicarlo a tus lectores», añade Spaggiari.

Cuestiona tus problemas

«Si te está costando mucho un reportaje, tienes que preguntarte: ¿es necesario escribirlo? ¿Cuál será el resultado de que escribas la historia? ¿A quién le va a interesar o afectar?», dice Grossman.

Si no puedes identificar por qué es importante o qué es lo que quieres decir, entonces tu malestar surge de que no estás seguro o segura de si vale la pena escribir la pieza, agrega Grossman. Es casi como que, hasta que no sientas suficiente pasión y energía, no estará lista.

«Si tienes una idea, puedes dejarla en reposo y esperar a ver si algo de lo que ocurre en las noticias tiene que ver con ella», sugiere la profesora de periodismo. Piensa en lo que está ocurriendo en la opinión pública que puede hacer que tu historia sea oportuna y relevante.

«He tenido muchos estudiantes y clientes con ideas realmente buenas, aprobadas por un medio pero sin publicar. Y en una ocasión el editor volvió y dijo: ‘¡Ah, esto acaba de pasar, es el momento perfecto para tu historia!», dice Grossman. «Pero, en realidad, es tu trabajo estar pendiente de ese momento», aclara.


Photo via Pexels by Ron Lach.

ijnet.org

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