Si te toca cubrir estudios médicos con regularidad, recurrir a distintos tipos de fuentes en lugar de solo a médicos, investigadores y pacientes puede enriquecer y animar sustancialmente tu trabajo, además de aportar contexto y precisión. A continuación te presentamos cuatro ejemplos de fuentes que deberías incluir en tus coberturas.
Los héroes anónimos de la atención sanitaria siempre han sido las enfermeras y los enfermeros. Sin embargo, los enfermeros profesionales y los auxiliares de enfermería suelen ser más invisibles en los medios de comunicación, a pesar de las funciones vitales que desempeñan en el sistema sanitario.
Los enfermeros, los auxiliares de enfermería y los enfermeros diplomados o profesionales que se citan en los artículos de investigación médica suelen ser los autores de la investigación. Es menos habitual consultarles por otros motivos, aunque pueden tener conocimientos que los médicos o los investigadores académicos no pensarían en mencionar. Considera la posibilidad de ponerte en contacto con algunos de estos profesionales. Suelen pasar más tiempo con los pacientes que los médicos y pueden ofrecer una perspectiva diferente sobre los resultados de un estudio.
La reticencia a las vacunas fue tomando protagonismo en 2021 y muchos hemos escuchado argumentos insólitos contra ellas. También he visto a demasiados periodistas que acaban de descubrir algún tropo antivacunas o una línea de razonamiento que los investigadores de la reticencia a las vacunas conocen desde hace décadas.
Pero con la excepción de las antenas 5G, no creo haber escuchado un solo argumento contra las vacunas contra el COVID-19 que no haya sido reciclado de alguna forma de los argumentos contra la vacuna de la viruela hace más de 100 años, o contra la vacuna de la polio hace medio siglo. Si lees los periódicos de la década de 1890, te encontrarás con algunas afirmaciones antivacunas que han aparecido casi textualmente en las redes sociales de nuestros días. Un historiador de la medicina te lo contaría, junto con una gran cantidad de otros datos interesantes y lecciones útiles que podrían enriquecer tu trabajo.
La historia también ofrece lecciones importantes cuando se trata del comportamiento pandémico en general, incluyendo los peligros de ignorar la historia o, en cambio, de asumir demasiado de la historia. Pero el mismo principio es válido para muchos otros temas, desde la anestesia hasta la cardiología, pasando por la salud mental o las disparidades en la atención sanitaria. Una conferencia que escuché en la última reunión del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos arrojó una luz sobre la mortalidad materna de mujeres negras que habría mejorado cualquiera de los muchos artículos sobre el tema. Y si hay alguien que te va a dar anécdotas coloridas, es un historiador.
A pesar de los esfuerzos de los científicos, la cultura siempre se filtra e influye en la forma de realizar e interpretar una investigación. Ni la medicina ni la investigación médica se libran de la sociedad en la que se desarrollan. Los sociólogos y los antropólogos médicos, en particular, pueden ayudarte a comprender los elementos humanos que intervienen en la información con la que estás lidiando.
Hay numerosos investigadores de las ciencias sociales que se especializan en temas médicos específicos, pero sus artículos suelen aparecer en revistas de menor circulación que las principales revistas médicas. Muchas publicaciones de ciencias sociales no están indexadas en PubMed, así que amplía tu búsqueda e indaga si un científico social puede ofrecerte una visión sobre un tema sobre el que estás escribiendo, incluso si la mayor parte es «ciencia dura».
Los bioestadísticos son investigadores y suele haber al menos uno entre los autores de estudios médicos. Pero, a menos que el artículo trate explícitamente de un tema bioestadístico, no suelen ser los autores principales. Si quieres saber si las estadísticas de un estudio son sólidas, habla con un experto externo en bioestadística, no con el que ha trabajado en el artículo.
¿No sabes dónde encontrar a estos profesionales de la medicina? Estos son algunos lugares por los que puedes empezar:
Este artículo fue publicado originalmente por la Association of Health Care Journalists. Es reproducido en IJNet con permiso.
Foto de Luis Melendez en Unsplash.
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